En esta ocasión quiero hablar de una perdida irreparable, y de lo que he aprendido.
Guillermo Gerez, donde sea que te hayas ido de aventuras, descansa, fuiste un gran amigo, y una gran persona, y aunque no nos veíamos hace mucho, nunca dejamos de ser amigos.
Fue duro para todos. Hoy hace una semana ya . Muchos no lo pueden creer. Todos queremos recordar al tipo que nos hacia pasar la tarde mas rápido en ese lugar que llamábamos trabajo (en verdad, nadie llamaba a eso, trabajo). Siempre de humor, y siempre enérgico, hasta esas veces que llegaba cansado del fin de semana.
Es interesante como estas cosas nos recuerdan lo pequeños que somos. Nos hace pensar en lo rápido que puede pasar todo.
Esta experiencia nos debería abrir los ojos. Deberíamos aprender que muchisimas veces nos quejamos por cosas que no son tan malas. Que nos lamentamos por penas que pueden pasar, que se pueden reparar.
No quiero que suene a frase hecha, y acartonada, pero, honremos la vida. Abandonemos el miedo y la comodidad. Solo tenemos una oportunidad, y no sabemos cuanto tiempo nos queda.
tratemos de ser felices sin dañar a nadie mas, ayudemos a quien lo necesita, y jamas le demos la espalda a un amigo. Eso jamas!
